sábado, 30 de noviembre de 2013

LOS RETORNOS A LA NATURALEZA 2


INTEMPERIE, DE JESÚS CARRASCO.

El primer acercamiento a este libro se produjo mediante las reseñas publicadas en algunos medios digitales. 
Buenas críticas: Riqueza de vocabulario, Delibes, Cormac MacCarthy, Naturaleza, Medio rural...
La excepcionalidad de un escritor joven español tratando estos temas, desembocó en una curiosidad por saber. ¿De que trata en este libro, como está hecho y por que ahora?
Es decir, que hay detras de todo esto.

La del niño es una historia violenta, con raices en la experiencia vivida, lo oral, lo sabido y nunca expresado. Ese algo silenciado típico de lo rural. 
Igualmente ronda algunos tópicos ya tratados en otras ficciones sobre el abuso de poder. El escritor lo va entrelazando con el silencio del pueblo, con la inevitabilidad y con la lucha del protagonista para salir del cerco.
El chico se relaciona a lo largo de la historia con dos personajes, un cabrero anciano y el alguacil. Uno, el cabrero es una especie de protector distante, iniciador en los rudimentos de la subsistencia en la naturaleza y otras cosas. El alguacil es la representación de la corrupción de la sociedad y sus estructuras.
El otro “personaje” fundamental de la novela es el paisaje. 
En un tiempo indeterminado del pasado, una ancha llanura extenuada por la sequía y el calor, hace poco despoblada. 
Escasos árboles, encinas, coscojas, olivos, construcciones de ladrillo, chapa, portones viejos, pozos secos de aguas corrompidas... un mundo de la mitad sur de una España pobre y atrasada, ya retratada con anterioridad en otras narraciones. 
Imágenes ya disponibles con anterioridad en nuestras memorias, pero esta vez con una visión un poco mas pegada al terreno, como de alguien que habitó esos contornos y entorna los ojos para recordar, pues toda la historia tiene la textura de un sueño. 

Este “retorno a la naturaleza”, en estos momentos de movimiento hacia el “decrecimiento”, busqueda del contacto con lo natural, ecologías en primera persona, busqueda de equilibrio frente a la desestabilización del sistema, precariedad, sentimientos de vulnerabilidad, fragilidad, etc. nos habla de la inclemencia de lo natural. 
La sociedad y quien la administra está corrompida. Esta corrupción afecta a todo, a los administradores que la usan para su beneficio y la promueven; pero tambien a afecta a quienes la sufren, los hace esclavos, cobardes y ruines. Todo lo impregna como ocurre con la violencia en la novela. Es el caldo de cultivo que no es posible evitar, es la lengua franca, la jerga que todos entienden. 
Salir de la sociedad y lanzarnos a la intemperie nos enfrenta a un mundo duro. 
La naturaleza y el campo no son territorios idílicos, son duros de por si. Además la civilización lo impregna todo. Cuando te lanzas al campo, al exterior, te vas al margen pero te haces tambien vulnerable, como los demás animales que quieren vivir su vida.

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