lunes, 28 de abril de 2014

Mapas y planos e Ikea.

Cartografías del espacio social, texto de Diana Padrón Alonso/ Arquitecturas, Bernard Rudofsky y
Juan O´Gorman/ Ikea.

El omnipresente ojo de Google earth nos presenta un mundo cartografiado y fotografiado a disposición del que pueda usarlo.
Aunque puede ser mejor no revelar a nadie nuestros secretos acerca de lo que nos rodea (no sea que puedan utilizarlo como un recurso a explotar) mucha gente sigue intentando desbordar la cartografía convencional mediante su conocimiento del "territorio".
La urbanización finalmente avanza a grandes pasos aprovechándose, en algunos casos, y obviando en otros casos, estos conocimientos.

http://issuu.com/dipadrondispositivodeautorrepresent/docs/contracartograf__as_prublicaci__n

¿Como contamos-mostramos las cosas para que no se destruyan-construyan?
¿Con quien compartimos nuestros mapas?
¿Que podemos hacer para que lo que amamos dure y lo que detestamos cambie?
¿Todo cambia y cualquier ansia de estatismo es una ilusión que el tiempo borrará?

Podemos leer a C. Levi Strauss, en su famoso Tristes Trópicos, unas reflexiones sorprendentes sobre el origen de la escritura como una herramienta para el control social. En uno de los capítulos del libro, C.L.S refiere que durante el contacto con una tribu en Brasil, los indígenas le miraban estupefactos mientras leía o anotaba en un cuaderno los incomprensibles garabatos que para ellos constituían la escritura. Para ellos eran unas manifestaciones mágicas y poderosas de algo desconocido, saber, poder y control. El jefe de la tribu era un hombre extremadamente sagaz, pronto comprendió el poder que otorgaba manejar semejante herramienta, y bien pronto hizo comprender a los suyos que el también era capaz de acceder a la comprensión de esos signos.
Es notorio que los primeros documentos escritos que conocemos son una escrituras cueniformes donde se contabilizan ganados, cosechas, tributos... anotaciones contables para controlar los recursos.

La cartografía ha servido primeramente para el control y el conocimiento interesado. Era desarrollada por el poder o para el servicio al poder. Las gentes comunes se apoyaban en los llamados conocimientos tácitos, no escritos, transmitidos oralmente, muy adaptados al territorio cambiante y que exigían un uso continuado del territorio. Aún hoy todos tenemos esos mapas mentales que a nadie queremos o consideramos necesario revelar y que nos sirven como extensiones de nuestro cuerpo, como raíces con el entorno. Aportan mucho conocimiento interno, muchos recursos, dan textura real al mundo, son experiencia.
Si trazamos estos "mapas" revelamos un capital que nos corresponde. Quizás alguien sin escrúpulos y vínculos pueda servirse de ello en su beneficio.
(Tal vez, esto sea comparable a estar tecleando estas mismas letras que forman las palabras que lees ahora).

No se si tiene que ver la expresión tener un plan con la de trazar un plano, supongo que si. Ambas guardan una parte maligna, tirana y depredadora en su interior. La observación, el deambular desinteresado no necesitan de mapas ni planos, integran el extravío. Borrones sobre los mapas, espacios en blanco, excesos de ruido. Sin embargo podemos observar que estas derivas solo se pueden hacer con la barriga llena, cuando sabemos que tenemos cobijo, sustento y seguridad en algún lugar esperándonos. ¿Bajo una arquitectura sólida, racional, aislante? ¿Con un mapa fiel?

Bernard Rudofsky trabajo sobre el tema de la arquitectura sin arquitectos, expontánea. Publico hace mas de 50 años un libro con unas seductoras imágenes de lo que nos daban estas construcciónes expontáneas y maravillosas. Quizas esto se producía en los primeros atisbos de la crisis del movimiento moderno, cuando muchas cosas se habían transformado en opresivas. Tiranía de la escasez de espacio, amontonamiento humano, el racionalismo transformado en algo al servicio de la mayor rentabilidad al menor coste, homogeneización ¿para democratizar? ¿o mas bien para administrar y gestionar a la gente y sus recursos?



La arquitectura hasta la estandarización de los criterios, la homogenización de los materiales y lo modos a lo largo y ancho del mundo, tenia algo "auténtico". Quizás la mayor parte de los materiales eran autoctónos, los constructores eran locales, los planificadores eran amigos y hacían siempre lo mismo o cosas muy parecidas. Estas casas y construcciones se levantaban muchas veces mediante las manos de los propios usuarios, luego o a la vez, unos canteros montaban la fachada, o un especialista levantaba la fachada de ladrillo visto. A menudo la gente hacía sus adobes a mano, habían cortado los árboles para las vigas y pilares unos años antes, etc.
Pocas posibilidades y variabilidad dentro de un patrón. Cuando esto se cae decenas de años después, se disuelve en el terreno o se reutiliza.
Las primeras construcciones en las que vemos la influencia del racionalismo y luego las ideas del movimiento moderno, coincidirán con la disponibilidad de materiales industriales.
Uralita, aluminio, ladrillo caravista, azulejados en fachada, ventanas horizontales, pilares y estructura de acero y hormigón, terrazas, cubiertas planas...se van a ir desperdigando por el territorio aplicándose de modo gradual. Cambian las proporciones, se estiran lo huecos, aumentan las crujias... nacen formas nunca vistas. Mejoran muchas cosas, menos humedades, mas vistas, aislamientos, menos goteras, menos fuegos, ventilaciones, sin embargo las caras visibles de las construcciones se afean, se deforman... Esa disponibilidad de materiales y de métodos, bajo la batuta de un profesional, funciona mas o menos. Cuando el profesional se oculta, no está, o se desinteresa, el usuario o el profesional descontrolado, sin conocimientos suficientes y con muchas herramientas y muchas ganas, da forma a su mundo, a lo que sale, como la famosa barbacoa de Homer Simpson.
La maravilla se pierde y aparece la chabola.
Creo que a esto no se refería Rudofsky, pero esto también es arquitectura sin arquitectos...
Solo tenemos una opción, fotografiarlo en blanco y negro para darle un pase, esto también estaba en Rudofsky. El blanco y negro da la distancia estética digerible.

Ahora viene Ikea con su lema de "La república independiente de tu casa", hala, a dar forma a tu mundo por fín, con la tutela de Ikea, (tropecientos mil ingenieros, arquitectos y decoradores asalariados, precariados, dando sus brillantes ideas de diseño a la Bestia), y todos tan contentos. El colmo del borreguismo.
Tu mandas de la puerta de tu casa para adentro pero con lo que yo te diga y no te salgas eh! Que aquí eres muy libre de hacer lo que yo quiera.
Chabolismo de diseño.

Juan O´Gorman fue un arquitecto mejicano de origen irlandés que se cansó del movimiento moderno y se hizo una casa monstruo. Siempre estuvo entre dos aguas el pobre, pinto los murales de la Universidad de Méjico al estilo de Rivera y Siqueiros y le salio una decoración muy bonita, con la que no estaba muy a gusto.
Ahora, se conserva su primera casa, cuadradita, luminosa, moderna, al lado de las de Rivera y Frida, que le encargaron a O´Gorman una casa y estudio parecidas.
Sin embargo la casa monstruo, cueva, gruta, ya no se conserva.
Bueno, hay fotos...

http://cultura.elpais.com/cultura/2013/03/22/actualidad/1363980562_541976.html



viernes, 4 de abril de 2014

La amplitud del espacio público de la ciudad

Los espacios públicos de la ciudad, calles, parques, plazas..., son espacios de la ciudad al servicio de sus habitantes. Lo que se hace en ellos es interés de todos, y la calidad de vida en una ciudad tiene mucho que ver con el uso de esos espacios. 

A menudo los encontramos con numerosos obstáculos, barreras de tráfico, casetas de todo tipo: de terrazas, de salidas de garajes, de rampas de garajes, de bocas de metro, de kioscos, de puestos de la ONCE, de puntos de información, de eventos temporales (uno tras otro), etc. Todo son construcciones que se perciben como objetos que acortan la perspectiva del espacio al ofrecerse en primer plano según recorremos la ciudad. Las imágenes de principios de siglo XX, con aquellas calles que ahora nos parecen sobre dimensionadas muchas veces para aquel escaso tráfico, las aceras amplias en donde tan solo se situaban árboles, se echan de menos. Ahora tenemos ciudades abigarradas con sensación de agobio y estrechez de paso. Seguro que hay excepciones y plazas preciosas. Pero, ¿cuál es la sensación de muchas otras?. Las plazas se zonifican haciendo que terminen por dar la sensación de un laberinto de medio metro. Se reforman una y otra vez invirtiendo una y otra vez dinero en solucionar problemas creando esta sensación laberíntica. Y a ello se añade la "privatización" de parte de ese espacio que hacen los Ayuntamientos para obtener rendimientos económicos, surgiendo como conclusión las casetas antes mencionadas, las de las terrazas de las cafeterías para poder estar calentito en invierno, o de los restaurantes, o los kioskos, o garajes subterráneos, o ferias (del libro, de la artesanía, del libro viejo, del cómic, de estoylootro).

Se echan de menos esas imágenes de principio de siglo XX con la gente cruzando por delante de los tranvías de una calle a un parque. Si lo hacían es porque podían. Ya hemos mencionado que el tráfico no era el mismo que hoy. Pero la ciudad tampoco lo es. Ni las soluciones serán las mismas. Pero los edificios sí son los mismos. No hablamos obviamente de las nuevas zonas urbanas creadas en el último siglo. Más bien y principalmente de las zonas históricas de las ciudades. Y si los edificios son los mismos, no se debería de tener la sensación de que la amplitud del espacio público es menor. E incluso al aumentar la población, la necesidad de amplitud es mayor. Por lo tanto las reformas de plazas y calles deberían de buscar recuperar o mantener esa sensación y las soluciones, necesarias para los problemas de hoy, deberían de responder a esa necesidad. Creo que es un error mantener el exceso de obstáculos que principalmente ocupan los espacios públicos en calles y plazas. Y creo necesario preguntarse si no existe un mejor sitio para su ubicación en las reformas y proyectos nuevos que los afecten. Y siempre tener presente que la ciudad se anda, se recorre con la vista y con la percepción de los sentidos cuando se vive en ella, se siente, a veces vacía y a veces llena. Y como pensemos y diseñemos estos espacios afecta a como los vivan sus habitantes.

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Enlace:
Artículo de ARQ (Grupo Clarín, Buenos Aires, Argentina) como ejemplo del interés que ha de mostrarse actualmente por los espacios públicos.

http://arq.clarin.com/urbano/gran-polemica-plazas-verdes-secas_0_1112888782.html